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Por Andrés Figueroa Cornejo

 

Por una unanimidad los más de 300 socios del Sindicato Nacional de Trabajadores de Banco Ripley –parte de la industria del retailer y el crédito de consumo-  desaprobaron rotundamente la última oferta de la empresa el 14 de julio, luego de un proceso de negociación colectiva que comenzó hace casi un mes.

 

Los miembros del Sindicato pertenecen al área de operaciones, seguridad y plataforma comercial.

 

El Presidente del Sindicato, Patricio Sanhueza, informó que las demandas centrales de los asalariados tienen que ver con un incremento de un 10 % a los sueldos base. En la actualidad, quien ingresa a trabajar a Banco Ripley obtiene como remuneración el salario mínimo ($ 182.000 pesos, US$ 390), sobre todo en los sectores de operaciones y seguridad. Al respecto, el Sindicato exige que los sueldos más bajos al menos lleguen a $ 220.000 mil pesos (US$ 470).

 

Otra reivindicación está ligada al aumento de los bonos básicos de locomoción y colación. “De hecho, estamos bajo los porcentajes del sistema general y l mercado”, afirmó Patricio Sanhueza. Y en materia de bono de término de conflicto, los trabajadores solicitan un millón de pesos por trabajador por una vez (US$ 2.150), pero la empresa sólo ofrece $ 250.000 pesos (US$ 540).

 

El promedio del salario de los trabajadores de la compañía se encuentra entre $ 280.000 a $ 300.000 pesos mensuales (US$ 600 a US$ 640). Los empleados laboran 9 horas de lunes a viernes, mediante un sistema de turnos. La jornada más prolongada la tienen en los malls, donde deben permanecer en sus lugares de desempeño durante 12 horas continuas.

 

“Sabemos perfectamente que el 2010 fue un excelente año en términos de utilidades para la empresa. Ellos argumentan que, desde el nacimiento del banco en el 2002 hasta el 2008, han tenido pérdidas. Pero la verdad es que se encontraba en un proceso de expansión y fuertes inversiones. Además de incurrir en  problemas de administración que no guardan relación con la labor de los trabajadores”, señaló Sanhueza.

 

De no existir la solicitud de buenos oficios por parte del banco, la huelga se haría efectiva el martes 19 de julio. De haberlos y no llegar a acuerdo, la paralización de actividades comenzaría el lunes 25 de julio.

 

El Sindicato Nacional de Trabajadores de Banco Ripley está asociado a la Confederación de Trabajadores Bancarios, única multisindical del sector financiero de Chile.

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