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por Catalina Brunetti

Primero fue noticia la colusión de las farmacias, luego la de los supermercados y hace unos días, la de las principales empresas productoras de pollo del país. En este escenario, ¿Qué es lo que finalmente estamos pagando por lo que consumimos, y a quién se lo estamos pagando?

 

Una alternativa al comercio convencional es la que propone la Organización Mundial de Comercio Justo, que lo define como “una relación de intercambio comercial basada en el diálogo, la transparencia y el respeto que busca una mayor equidad en el comercio internacional. Contribuye al desarrollo sostenible ofreciendo mejores condiciones comerciales y asegurando los derechos de los pequeños productores  y  trabajadores marginados”.

 

En Chile aún no se genera de forma masiva, pero existen distintas organizaciones que practican el comercio justo y se basan en los diez principios de éste (ver recuadro), como por ejemplo, la Corporación Canto de Agua de Copiapó, que está integrada por un grupo de mujeres artesanas, entre temporeras, trabajadoras independientes, asesoras del hogar y otras.

 

Esta corporación se declara en contra de las actuales prácticas comerciales neo liberales que imperan en nuestro país y apuestan por el consumo responsable, es decir, consumir solamente lo que se necesita. Cecilia Ruidiaz, integrante de la corporación, plantea que este sistema traerá como beneficios a largo plazo “la soberanía alimentaria, es decir, asegurar el consumo de los alimentos primero en los países y lugares donde se producen, la no explotación de los recursos naturales indiscriminadamente para la materia prima de la producción masiva, pero sobre todo, el comercio justo basado en la economía solidaria, busca mejorar las condiciones de vida de los y las productoras, sus familias y sus comunidades de origen”.

 

Además, Ruidiaz destaca el fortalecimiento de la identidad de los pueblos, “el arraigo de las nuevas generaciones a sus lugares de origen, ya que el trabajo asociativo lo refuerza, y por otro lado, empoderar a los y las productoras en el rol protagónico que juegan en el sistema económico mundial, llegando a ser entidades con poder de decisión sobre su manera de producir y vender”.

 

Uno de los miembros de la Organización Mundial de Comercio Justo es Calypso Chile, un taller de artesanía familiar, ubicado en la comuna de La Reina en Santiago, dedicado a la creación y exportación de sus productos, principalmente de vidrio fundido y cobre. Oscar Muñoz, miembro de Calypso hace notar que no es un trabajo fácil ya que “el intento de las Organizaciones de Comercio Justo en Chile y en el mundo es cada vez más difícil por el mercado internacional tan globalizado, que no da tiempo a las personas  para discriminar responsablemente en su consumo diario que es parte del consumo mundial”.

 

Dentro de las iniciativas de Calypso Chile para la promoción del comercio justo se encuentra un ciclo de charlas y talleres en universidades, buscar apoyo en distintas instituciones, ayudar a los interesados que cumplan con los estándares para aplicar a la Organización Mundial de Comercio Justo, entre otros.

 

Ruidiaz destaca la labor humana en este tipo de proyectos, que es lo que finalmente permite que se sostengan en el tiempo, “Nosotras somos la comunidad trabajando, todas  quienes conformamos la Corporación Canto de Agua somos productoras que hemos creído en nuestro trabajo y en el trabajo de las demás como una alternativa para mejorar nuestra calidad de vida. Nuestro mayor aporte ha sido creer que es posible un mundo distinto y trabajar por la justicia, y la igualdad de posibilidades para todos y todas, es decir creer en nosotras mismas para que otros y otras crean en si mismos”.

 

Los 10 estándares del Comercio Justo:

 

Creación de oportunidades para productores en desventaja económica.

Transparencia y rendición de cuentas.

Desarrollo de Capacidades: El Comercio Justo es un medio para desarrollar la independencia del productor.

 

Promoción del Comercio Justo: Las Organizaciones de Comercio Justo generan conciencia sobre el Comercio Justo y sobre la posibilidad de una mayor justicia en el comercio mundial. Suministran a sus clientes información sobre la organización, sus productos y en qué condiciones son fabricados. Utilizan técnicas honestas de publicidad y mercadeo y apuntan a los estándares más altos en calidad y empaquetado del producto.

 

Pago de un precio justo: Un precio justo en el contexto local o regional, es aquel que se ha acordado a través de diálogo y participación. No solamente cubre costos de producción sino que también permite una producción socialmente justa y ambientalmente responsable. Ofrece un pago justo a los productores y toma en consideración el principio de igual paga para igual trabajo tanto de mujeres como de hombres.

Equidad de Género: Comercio Justo significa que se valora y recompensa debidamente el trabajo de la mujer. Las mujeres siempre son retribuidas por su contribución en el proceso de producción y empoderadas en sus organizaciones.

 

Condiciones de Trabajo: El Comercio Justo también se refiere al trabajo de los productores en un entorno seguro y saludable. La participación de niños (si la hubiera) no afecta adversamente a su bienestar, su seguridad ni sus requerimientos educacionales y recreativos y se adhiere a la Convención de los Derechos de la Niñez de las Naciones Unidas así como a todas las leyes y normas en su contexto local.

 

Trabajo Infantil: Las Organizaciones de Comercio Justo respetan la Convención de las Naciones Unidas para los Derechos del Niño así como las leyes locales y normas sociales para asegurar que la participación de niños (si la hubiera) en los procesos de producción de artículos comerciados justamente no afecte adversamente su bienestar, su seguridad ni sus requerimientos educacionales y recreativos.

 

El medio ambiente: El Comercio Justo promueve activamente mejores prácticas medioambientales y la aplicación de métodos de producción responsables.

 

Relaciones Comerciales: Las Organizaciones de Comercio Justo, comercian con una preocupación por el bienestar social, económico y medio ambiental de los pequeños productores marginados y no maximizan sus ganancias a costo de ellos. Mantienen relaciones a largo plazo basadas en la solidaridad, la confianza y el respeto mutuo que contribuye a la promoción y al crecimiento del Comercio Justo.

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