Logos de las comunidades arreglado

Frente a la actual insistencia de intervenir el sagrado territorio ancestral del Peweñentu  (Parque Nacional Villarrica – Reserva Biosfera de la UNESCO) para fines del supuesto “MEJORAMIENTO de RUTAS  S-941, S-939 y Camino S/Rol, Sector Palguín – Coñaripe”, es decir, pavimentar la carretera que conecta *Coñaripe y Pucón. La asociación de siete comunidades indígenas del Kona Rupu Futa Mapu (Pehuén Mapu, Lingoico, José María Lemonao, El Roble, Carlos Antimilla, Rayén Mapu, Pirén Mapu), declaramos nuestro categórico e irrenunciable rechazo al proyecto en cuestión.

 

Se rechaza por ser considerada una acción de mala fe, no informada y no libre, al pasar por alto la consulta indígena y sobre todo por ser una propuesta impuesta e impulsada fuera del seno de las comunidades locales, considerada no vinculante e innecesaria, faltando el respeto de esta manera a los tratados vigentes firmados por el estado chileno en relación a pueblos indígenas y medio ambiente, es decir, Convenio 169, Ley indígena, Declaración de las Naciones Unidas sobre derechos de los Pueblos Indígenas, Convención interamericana de Derechos Humanos, Convención Mundial de Biodiversidad, Pacto internacional de Derechos Civiles y Políticos, Convención Internacional en contra de todas las formas de discriminación racial, Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, ISO 14.001, entre otras.

 

Por su parte, cabe mencionar que actualmente estamos llevando a cabo un PROYECTO TERRITORIO, que entre otras cosas busca conservar la naturaleza, la biodiversidad, la subsistencia, la cultura y la espiritualidad como valores y pilares esenciales para el ejercicio del Kume Mongen (buen vivir), ejerciendo así nuestra dignidad como pueblo de acuerdo al derecho consuetudinario e internacional, pero principalmente el respeto y sentido común.

 

Se rechaza a su vez la compra de conciencias mediante fardos, dinero, falsas promesas de mejora económica a través de la generación de empleos temporales y el auge de una industria turística invasiva de alto impacto, pues tenemos y consideramos que nuestra forma de subsistencia tradicional es buena y armónica con el entorno natural, sociocultural y espiritual.

Los beneficios de estos proyectos no son para el territorio, sino para grandes intereses económicos nacionales e internacionales que no miden su ambición, violando todo derecho de nuestras comunidades. Los voceros de este movimiento somos las gentes que ancestralmente habitamos este territorio, quienes no permitimos ni permitiremos futuramente que se continúe atropellando y decidiendo por sobre nuestras vidas, al inventar e imponer necesidades y artificios en perjuicio de lo que consideramos sagrado. Las juntas de vecinos, empresarios turísticos, políticos, comerciantes de temporada u otros, no pueden hablar en nombre de nuestras comunidades, ya que no representan el sentir de nosotros.

 

Nos oponemos definitivamente a la pavimentación y ensanchamiento de aquella carretera que destruiría el equilibrio de nuestra mapu, trayenko, ketroko, esteros y vertientes, además de innumerables especies vegetales y animales que han sido y son actualmente el sustento, alimento y medicina de nuestro pueblo, como son las araucarias milenarias, ranita de Darwin, monito del monte, puma,  pudu, peuco, traro, chucao, lenga, canelo andino, taique, paramela, quinchamali, chaura, entre otras, las cuales hemos cuidado durante siglos para legado de futuras generaciones.

Por estas y muchas más razones, decretamos:

No necesitamos carreteras ni falsas promesas de progreso y esperanzas. Se rechaza el proyecto de pavimentación del parque nacional Villarrica y le exigimos al estado chileno y a los empresarios involucrados que desistan de intervenir el territorio para sus intereses creados.

ESTA ES NUESTRA DECISIÓN

FEY!                                       ___________________________

 

*Cabe mencionar las experiencias de rechazo y expulsión de los proyectos hidroeléctricos de la empresa SN Power 2006-2008 y de Hidroaconcagua 2013, reafirmando que las comunidades no queremos más intervención.

 

 

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