"Estamos viviendo una verdadera pesadilla familiar"
Es la pareja del ciudadano vasco encarcelado en Temuko, acusado de infracción a la Ley de Control de Armas y Explosivos. Se conocieron por internet y hace un año él arribó al País Mapuche para vivir juntos. Novelista premiado en su país, traductor de euskera y músico, Asel Luzarraga es sindicado hoy por el Ministerio Público como un “peligro para la sociedad”. Deberá permanecer encarcelado por tres meses. Toda una pesadilla para Vanessa Contreras y su familia ( Fotos de Andrés Carvajal).
Vanessa Contreras tiene 19 años. Y desde la tarde del 31 de diciembre de 2009, señala estar viviendo una pesadilla. Aquel día, en un operativo policial que incluyó agentes de la Unidad Antiterrorista de la policía chilena (GOPE), su novio, el ciudadano vasco Asel Luzarraga Zarrabeitia (38 años, escritor, traductor y músico), fue detenido en la ciudad de Padre Las Casas acusado de “terrorismo”. Horas antes, una “bomba de ruido” de manufactura casera fue encontrada sin estallar en el frontis de la Secretaria de Justicia de la IX Región. El hallazgo detonó las alarmas policiales y, de manera sorprendente, en cuestión de minutos un fiscal del Ministerio Público ordenó la captura de Luzarraga, para ellos el principal y único sospechoso.
– Vanessa, qué recuerdas del día de la detención.
Cuando al abogado le entregan la carpeta con los antecedentes de las acusaciones, vimos que había demasiadas incongruencias de parte de la fiscalía. Estaban allí las fotografías de las cosas que supuestamente habían encontrado en casa de Asel y yo, que vivía allí, jamás las había visto. Por otro lado, se lo acusaba de participar de otros dos atentados con explosivos caseros en Temuko, en diferentes fechas del año 2009, pero resulta que en ambos casos, Asel no se encontraba en Chile, sino en Euskal Herria. Y eso era irrefutable, los registros en su pasaporte eran la prueba de ello.
– ¿Esto lo planteó su abogado en la audiencia de cargos?
Lo demostró y quedó en evidencia la falsedad de la acusación. Allí se derrumbó la tesis del “terrorista vasco experto en bombas” de la Fiscalía y comenzaron a centrarse entonces en las cosas supuestamente halladas en su casa. Así el caso cambió desde una acusación de “terrorismo” al delito menor de “tenencia ilegal de armas y explosivos”, por el que pedían cinco meses de prisión preventiva. Finalmente se decretaron tres meses de investigación y cárcel para él. Se argumentó que era un “peligro para la sociedad”, cosa absurda para quienes lo conocemos y se puso en duda las razones de su estada en Chile, ya que según la fiscalía Asel no tenía trabajo ni menos remuneraciones conocidas en el país, lo que era una falsedad.
– ¿Entendemos que el realizaba trabajos de traducción del euskera?
Así es. Ese día el abogado no tenía papeles como probarlo, pero ahora recibimos una copia del contrato que Asel había firmado con una empresa de Bilbao, la empresa Hori-Hori, para la cual trabajaba por la mañana en traducciones del euskera al español y del español al euskera, básicamente de documentos legales y administrativos de instituciones vascas, incluido el gobierno autónomo. Esto lo hacía en su computador personal y por Internet de lunes a jueves, dedicándose el resto de los días a escribir una nueva novela.
– ¿Cómo tomó Asel el fallo? ¿Lo has podido visitar en la cárcel?
Él sigue tranquilo, lo visité el jueves pasado. En la cárcel está en un módulo junto a los presos políticos mapuches y ha sentido toda la solidaridad de ellos. Confía en que saldrá en libertad, nos ha pedido que denunciemos el caso y ha enfatizado que tras su arresto se esconde una injusticia no solo contra él, sino contra todos quienes simpatizan con la causa mapuche en Chile.
– ¿Qué te parece la caricatura que se ha hecho de su figura: “vasco, anarquista, punkie y subversivo”?
Es completamente ajena a lo que Asel es en realidad. Él tiene ideas anarquistas, pero eso no es delito en ninguna parte. El Asel que conocemos con mi familia es un hombre honesto, trabajador, un vasco orgulloso de su origen y amante de su lengua, el euskera. Una persona también bondadosa, amigo de todo el mundo, una persona alegre, con la risa a flor de labios siempre, alejado completamente de la violencia y las armas. Fue objetor de conciencia en su país por lo mismo.
– ¿Tienen conocimiento desde cuándo la policía estaba investigando a Asel?
Según la carpeta de investigación, a Asel lo tenían bajo investigación desde diciembre del año pasado, cuando le hicieron un control de identidad frente a la cárcel de Temuko, en Balmaceda. Allí habíamos ese día 17 personas, la mayoría universitarios, pintando un mural relativo al pueblo mapuche. Hicimos incluso una olla con comida para repartir entre nosotros. En eso estábamos cuando llegaron los carabineros y nos anotaron los nombres, las direcciones, todo. En la carpeta el fiscal pone ese control de identidad como “dato clave” para sospechar de Asel luego del atentado. Yo me pregunto, si ese día habíamos 17 personas y todos fuimos controlados, ¿por qué el 31 de diciembre al único que van a detener es a Asel? Claramente hay una persecución.
– ¿Piensas que tiene que ver con su origen vasco?
No lo podría asegurar, pero todo apunta hacia allá. La fiscalía ha creado toda una fantasía y parte central es su origen vasco y su ideología anarquista. Por ejemplo, cuando el fiscal menciona los antecedentes recabados el día de la audiencia, señala solo dos países donde Asel ha estado en los últimos años: Cuba y Colombia. Solo esos mencionan, ningún otro, siendo que Asel en los últimos cinco años ha estado también en Francia, Portugal, Singapur y Argentina. Pero no, ellos mencionan solo Cuba y Colombia, para relacionarlo tal vez con el comunismo, con las guerrillas y quizás qué otras cosas. Y también no mencionaron que a Colombia viajó el 2008 como parte de la delegación del Club PEN de escritores vascos, a un Congreso Internacional de dicho club. Así lo prueban las fotografías e incluso la credencial que guarda de recuerdo de dicho Congreso.
– ¿Qué les han parecido las muestras de solidaridad en Euskal Herria? Ha habido pronunciamientos de PEN, LAB y destacados intelectuales.
Ha sido gratificante. Ellos han reivindicado la figura del verdadero Asel: el escritor, el novelista, el traductor del euskera, el músico y el artista. Acá se ha caricaturizado su figura y no es el primer vasco que sufre persecución por parte de la justicia chilena. Hace poco unos jóvenes fueron expulsados de Chile, eran brigadistas de solidaridad vascos y fueron acusados de “entrenar” a comunidades mapuches en uso de armas. ¡Cómo si los mapuches no supieran defenderse por si solos!
– Finalmente, ¿qué esperan como familia?
Que Asel sea dejado en libertad y que se termine esta verdadera pesadilla que estamos viviendo. Solo eso.
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