Queremos expresar nuestra aprobación y respaldo al proyecto de Reforma Constitucional presentado por la Sra. Presidenta, Michele Bachelet, el que modifica el Artículo N°19 de nuestra Constitución, mediante el cual, el estado chileno establece que “las aguas son bienes nacionales de uso público, cualquiera sea el estado en que se encuentren, el lugar en que estén depositadas o el curso que sigan, incluidos los glaciares”, reafirmando además que el mismo estado chileno asume íntegramente, se obliga y se responsabiliza en asegurar la  disponibilidad, el cuidado y el manejo del AGUA, pudiéndose establecer limitaciones y obligaciones al ejercicio de  los actuales “derechos de agua” que estén en manos de los particulares, entregando facultad a las autoridades competentes para establecer reservas de  caudales de aguas superficiales o subterráneas, para asegurar la disponibilidad del recurso hídrico.

Este proyecto de Reforma Constitucional viene a dar respuesta a una exigencia  largamente sostenida por los habitantes de nuestro país y sus movimientos sociales, y en especial por nuestros pueblos originarios, quienes veíamos cómo este recurso vital y escaso era tratado como una mercancía, objeto de comercialización y de monopolización por las transnacionales hidroeléctricas, por las empresas sanitarias y mineras, amparadas por el sacrosanto derecho de propiedad, consagrado por la Constitución pinochetista, aún vigente y el Código Minero.

La situación actual, en la que se encuentra la disponibilidad del recurso hídrico, ameritaba una reforma de este tipo, ya que las sucesivas reformas legislativas y el actual Código de Aguas, no permitían regular, ni asegurar la disponibilidad y el acceso al AGUA, dejándola a merced de quienes podían comprarlo y al arbitrio de la interpretación de las autoridades competentes , las que no estaban obligadas a asegurar, ni a proteger el AGUA en tanto que un DERECHO CONSTITUCIONAL, recurso inherente y esencial para la VIDA y el MEDIO AMBIENTE.

Sabemos que la aprobación de dicha Reforma no será una tarea fácil de sacar adelante, por los enormes intereses económicos asociados al uso, goce y usufructo del AGUA; prueba de ello es que el actual  Código de Aguas, a pesar de sus imperfecciones y vacío legales, tardó más de 10 años en ser aprobado en el Congreso. Esperamos esta vez que la voluntad política de los legisladores, permita que a la brevedad esta Reforma sea aprobada y puesta en vigencia; sólo de esta manera estarán siendo consecuentes con sus propuestas programáticas, y dando cuenta de las reales necesidades y demandas de quienes los han elegidos.

Finalmente, continuaremos en la tarea de establecer plenamente que el AGUA ES UN DERECHO HUMANO, un elemento esencial para la vida y el desarrollo sustentable de los pueblos, y que posee dimensiones sociales, económicas, medioambientales, que son interdependientes y complementarias; que es esencial en una sociedad democrática,  la imprescindible participación de los habitantes y de las comunidades en los distintos niveles de decisión, de consulta, en la elaboración y revisión de normativas y reglamentos vinculados la gestión, disponibilidad y acceso a los recursos hídricos.

Iquique, 08 de Enero del 2.009.

Movimiento Social de Defensa del Agua, el Medio Ambiente y los recursos naturales.

Print Friendly, PDF & Email