Naciones Unidas conmemora hoy el “Día Mundial de los Humedales”.  ¿Qué son los Humedales?  ¿Por què son protegidos?.  ¿Para qué sirven?  ¿Cuáles son sus principales enemigos?.  ¿Qué debemos premiar y qué debemos castigar?.

Doctor en Antropología. Horacio Larrain B. (Ph.D., State University of New York, U.S.A.))

Estos Ecosistemas o Sistemas Naturales llamados “Humedales” son de incalculable valor para  la conservación de la biodiversidad en el planeta. Riquísimos en vida vegetal y animal.  Conocidos como “humedales” por cuanto  la inmensa cantidad de agua  que poseen es fuente  reproductiva de vida; lugar ideal de nidificación para numerosas aves, en especial las migratorias;  reserva inagotable de agua dulce; fuente de atemperación del clima; controladores de inundaciones;  estabilizadores de las orillas de lagos, vertientes, salares de altura   o pantanos frenando la erosión, y, por fin, purificadores de agua dulce.

Por todas estas funciones protectoras del planeta han quedado  amparados a partir del año  1971, cuando  en Ramsar, a las orillas del mar Caspio (uno de los sitios más depredados por las industrias contaminantes) se decidió su protección y cuidado a nivel mundial. En la actualidad  existen  más de 1.000 humedales bajo protección internacional, reconocidos en 117 países. En Chile  han sido reconocidos 9, entre ellos el Salar del Huasco, a 70 km al Este de Pica. Gracias a esta incorporación, el Salar del Huasco, un tesoro ecológico para piqueños y tarapaqueños, se salvó de la  muerte inexorable a  que estaba destinado. No tuvieron el mismo fin, por desgracia,  nuestros Salares de Coposa, Lagunillas y  Michilla, convertidos hoy en  pampas resecas y ardientes arenales. Huyeron de sus orillas las parinas, las guallatas, los avestruces o suris, las gaviotas andinas. “Se han ido lejos, porque del hombre tienen recelo”. (Augusto Winter).

¿Por què?.  Simplemente por la avidez insaciable de la minería. Todos sabemos que la Minera Doña Inés de Collahuasi  ha succionado   por años  sus aguas de origen fósil, obteniendo de su subsuelo  millones de toneladas cúbicas de agua para sus labores. Todos sabemos que esa agua es la que hoy llega, ya contaminada, al bosque de Collahuasi, junto al puerto de Patache. Todos sabemos que esa misma agua letal, envenenada,  es esparcida hoy por camiones aljibes de la Empresa por todo el contorno, provocando la depositación de sales y  metales pesados   que el viento se encarga de llevar a los hogares de las caletas vecinas de Cáñamo, Chanavaya, Chanavayita, Caramucho y otras más al Norte. Todos sabemos esto y mucho más. Y ¿quièn se atreve “a ponerle el cascabel a este gato”?. Todos, o mejor dicho casi todos, callan: las Universidades, los Ministerios, las entidades públicas, las Municipalidades.

Pica se llenó de  banderas negras hace un tiempo, por esta causa. En Pica hay y hubo luchadores contra este flagelo minero, destructivo del agua y de sus humedales. Muchos callaron. Otros fueron  acallados. Un hombre ha seguido luchando casi solo por esta noble causa:  su nombre Renán Huatalcho, piqueño de tomo y lomo, ecologista de corazón y entrañas.  Es lo que hace falta: luchadores de su talla, insobornables, inconmovibles.  Muchos han sido sobornados: él , no.  ¡Gracias, Renán, por tu actitud leal.!

La Minera Collahuasi nos convoca hoy  aquí en Pica a “celebrar” el “día Mundial de los Humedales”. Se hace parte de esta celebración. ¿Con qué ropa?, ¡por favor!.  ¡Qué sarcasmo!, ¡qué  vergüenza!: es “el zorro al cuidado del gallinero”. Por favor: abramos los ojos y no nos creamos este cuento.

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