EL PUEBLO MAPUCHE Y EL BOSQUE CHILENO: DECLARACION DE LA AGRUPACION DE INGENIEROS FORESTALES POR EL BOSQUE NATIVO FRENTE A LA HUELGA DE HAMBRE DE LOS COMUNEROS MAPUCHES.


El Septiembre chileno está ensombrecido por la flagrante violación a derechos humanos básicos perpetrada por el Estado contra un grupo de treinta y cuatro connacionales de uno de los pueblos que se funden en nuestra nacionalidad, aún en ciernes; pueblo que ha hecho de la Libertad divisa inalienable resistiendo severamente la opresión, de cualquier dirección que ésta haya venido, siempre: El Pueblo Mapuche.

Llevados a prisión usando una legalidad espurea, nacida al abrigo siniestro de una Constitución generada durante y para disfrazar de legítima, a una dictadura oprobiosa para la Historia de Chile, condenada por toda la Humanidad civilizada, nunca ratificada por el voto libre de la ciudadanía, malamente enmendada en algunos acápites después; los prisioneros Mapuches en huelga de hambre conminan a la conciencia ciudadana chilena toda, a apoyar el contenido esencial de su rebeldía, primero que todo libertaria y digna; expresión genuina de una tradición que no se ha rendido nunca ni a la amenaza, la tortura o la muerte.

El bosque nativo chileno nunca necesitó defenderse del Mapuche. Desde los albores de la gestación de la cultura en el sur de América, hace ya más de trece mil años, hoy debe hacerlo para no ser ahogado por las monoculturas, intrínsecamente negadoras en su avasalladora y creciente amplitud territorial, de una de las riquezas mayores del país: su biodiversidad.

El bosque nativo ni las plantaciones tienen signo valórico en sí. Es la sociedad, el hombre, quien se lo asigna. Una sociedad presa entre los poderes del monopolio apátrida y ajeno a otro valor que el de la ecuación financiera reduccionista, cortoplacista; tiene dificultades en sacudirse el peso de la noche dictatorial reciente para alumbrar caminos de progreso que posibiliten el uso diverso de los suelos, acogiendo sus potencialidades y el manejo de sus bosques bajo objetivos múltiples, labrando el mosaico de usos reclamado y posible en el país de los mil climas y nichos ecológicos. Para ello es indispensable en lo social estructurar un diálogo sustentado en el respeto y la valoración intercultural.

Éste ejercicio democrático es posible y es una exigencia imperativa para nuestro Chile multicultural y mestizo, que debe continuar liberándose de sus atavismos discriminatorios y autoritarios.

Hoy la celulosa es la segunda mayor exportación de Chile después del cobre, con el 13% del valor de las ventas en los últimos quince años (CORMA). Brillante negocio que ha facultado a los dos grandes grupos propietarios, Bosques Arauco y CMPC, a llevar sus inversiones a Brasil, Uruguay y Argentina y encabezar la producción mundial de celulosa.

Las Regiones que sustentan tal producción y enriquecimiento, La Araucanía y el Bío Bío, hogar ancestral de gran parte del pueblo Mapuche, se cuentan sin embargo hoy, contrastando esa riqueza, entre las más castigadas por la pobreza y el desempleo del país, y con una concentración de la propiedad que trae a la memoria en lo agrario, al latifundio y sus prácticas más oscuras y vergonzantes, propias de la matriz de la injusticia social. Arauco, Malleco, y otras, son provincias rehenes del gran capital forestal:

No hay fuente laboral que no engrane con alguna de las cabezas del ente macrocéfalo. El comercio de Carampangue, de Pino Alto, Curanilahue, Puren, Contulmo, Cañete, Sara de Lebu, Arauco, Lumaco, Los Sauces; de todas las aldeas y ciudades de la zona, es rehén de “las forestales”, como son llamadas también. Si hay despidos no hay abonos en las libretas de los endeudados: Todos.

Los transportistas, las empresas técnicas medianas y pequeñas, de topografía, de servicios, dependen del éxito de las grandes forestales. Si “la celulosa” para, para también la provincia. 60 aserraderos cerraron el 2009 y 10 mil trabajadores forestales fueron despedidos). El Gobierno y los gerentes lo saben. Cabe preguntarse, porqué este engranaje no dinamiza también la distribución del éxito del negocio. Lo resume la Central de Trabajadores Forestales CTF: Ganar menos no es lo mismo que perder (La Nación, Economía, 2 – 8 Agosto 2009).

Pobres entre los pobres, la familia Mapuche exhibe 41,7 % de pobreza en Lebu, 52 % en Ercilla, 48,5% en Los Sauces, 41,6 % en Carahue, 46,3 % en Galvarino (CASEN 2000). La Araucanía tiene el PIB más bajo del país, sus tasas de indigencia doblan el promedio nacional y sus índices de desigualdad (GINI) son más altos que los de todas las otras regiones (García-Huidobro, 2010).

Privados de las mejores tierras del territorio comunitario ancestral por el Ejercito conquistador Español, primero; por el Ejercito de la República después; por la dictadura militar reciente a seguir; migrantes forzados a la ciudad hoy; de agricultores a panaderos, de pobres del campo a pobres de la ciudad, cuando ya exhaustos – rechazados por la desprotección citadina – en la última parte de sus vidas retornan al campo buscando el cobijo de lo que queda de su comunidad (Cerda, CEP, 2009), encuentran un desierto: Un vasto desierto verde de eucaliptus y pinos, “arena moderna de la duna tecno-cultural” que ha cubierto a las murtas, los changles, los digüeñes, las mil yerbas, árboles y arbustos nativos; a las torcazas, codornices y al chucao; que ahoga al puma, al zorro y al pudú. La monocultura y sus prácticas de gran escala, asociadas al lucro cortoplacista que parece le es intrínseco, se apropia del beneficio y socializa los perjuicios – talas rasas, uso extensivo de plaguicidas, herbicidas, abonos; de maquinaria pesada, etc., empobrecen el suelo (Gerding, 2009), deterioran la calidad de las aguas y alteran su ciclo (Huber, 2009), degradan el paisaje (Constabel, 2009), empobrecen la biodiversidad natural, y agreden a las comunidades de los márgenes con la contaminación generada por sus prácticas.

Allí, en la ruralidad de la Araucanía, el analfabetismo mapuche perdura prácticamente estable en el decenio del 96 al 2006 – alrededor de un 16 % – y se sitúa como el más persistente del país (García-Huidobro, 2010). Pero no se trata del Mapudungun, sino del Español. La lengua Mapuche es una rareza para nuestra nacionalidad en construcción, y hoy corre la suerte cultural de nuestros bosques nativos, ignorada antes de alcanzar a constituirse en una fuente cultural integradora y vital de una identidad chilena con un solo estándar ético. El pueblo Mapuche está desprovisto de llaves decisivas para la movilidad y participación social, que son previstas para la generalidad de la nación.

La Agrupación de Ingenieros Forestales por el Bosque Nativo:

1. Reitera con fuerza su apoyo a las acciones del Frente por la Libertad de los Presos Políticos Mapuches e insta a las organizaciones defensoras del ambiente a incorporarse al Frente y suscribirlas también.

2. Exige la suspensión inmediata de la aplicación de la Ley Antiterrorista al pueblo Mapuche.

3. Exige la formación inmediata de una instancia de diálogo del Gobierno con las Organizaciones Mapuches que lo representan.

Claudio Donoso Zegers.

Presidente Honorario

Agrupación de Ingenieros Forestales por el Bosque Nativo

09 de Septiembre de 2010

Citas Bibliográficas:

CORMA, citado por García-Huidobro, L.: El exitoso modelo forestal y la autonomía territorial mapuche, Rev. Mensaje, Mar. – Abr. 2010, pág. 46.

CASEN 2000 citado por García-Huidobro, L.: El exitoso modelo forestal y la autonomía territorial mapuche, Rev. Mensaje, Marzo. – Abril 2010, pg. 46.

GINI, Índice de Desigualdad de GINI

García-Huidobro, L.: El exitoso modelo forestal y la autonomía territorial mapuche, Rev. Mensaje, Marzo – Abril 2010, pág. 47

Rodrigo Cerda: Situación socioeconómica reciente de los mapuches en la Región de La Araucanía, Estudios Públicos Nº 113, (verano 2009).

Gerding, V.: La tala rasa y su efecto en la productividad del sitio. .: Impacto de la tala rasa en la calidad y cantidad de agua en caudales. Tala Rasa: implicaciones y desafíos, Facultad de Ciencias Forestales, Univ. Austral, 2009.

Huber, A.: Impacto de la tala rasa en la calidad y cantidad de agua en caudales. Tala Rasa: implicaciones y desafíos, Facultad de Ciencias Forestales, Univ. Austral, 2009.

Constabel, S.: Deterioro de la calidad del paisaje y sus efectos en el turismo de naturaleza. Tala Rasa: implicaciones y desafíos, Facultad de Ciencias Forestales, Univ. Austral, 2009.

García-Huidobro, 2010: El exitoso modelo forestal y la autonomía territorial mapuche, Rev. Mensaje, Marzo – Abril 2010, pág. 47

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