Pulso Económico: Las presiones inflacionarias podrían empeorar
Patricio Guzmán S.
Los Estados Unidos han aplicado una política de flexibilidad cuantitativa (Quantitative Easing), – es decir el aumento masivo de la masa monetaria – para enfrentar la crisis económica, tanto para estimular la demanda en la economía, como para reducir el valor real de la elevada deuda nacional y déficit público. Como el dólar norteamericano juega el doble papel de moneda nacional y divisa internacional, una parte de las presiones inflacionarias del aumento de la moneda se traslada al resto del mundo.
Por su parte cuando el crecimiento de la economía china, basada en las exportaciones y la inversión extranjera, colapsó en 2008. El gobierno Chino tanto para mantener la paridad del valor de su moneda con el dólar, como para impulsar un gigantesco relanzamiento económico también aumentó su masa monetaria, lo que incluyó crédito fácil y un programa de obras de infraestructura que llegó al 60% del PIB. Esto permitió la rápida recuperación de la economía del gigante asiático, arrastrando a otras economías exportadoras tras suyo, como es el caso de América Latina y Alemania. Al tiempo el crédito fácil ha creado una multiplicidad de burbujas especulativas y China ha comenzado a limitar la política expansiva, lo que añade un nuevo interrogante sobre el futuro del crecimiento económico chino, y su impacto en otros sectores del mundo.
La inflación esperada en Chile supera las previsiones del Banco Central.
El fuerte impulso de la demanda interna, unida a las importantes presiones en los precios externos de los alimentos, y el petróleo han impulsado al alza la inflación.
En su último Informe de Política Monetaria, el Banco Central de Chile ha reconocido que la inflación esperada para el año 2011 en curso supera la inflación proyectada anteriormente por el organismo, que inicialmente era del 3%, con un margen de flexibilidad del 0,5%. Actualmente la inflación anual esperada según el Banco Central es de 4,3%.
La realidad podría ser aún bastante peor. La variación del IPC en los últimos doce meses es de 3,2%, y llevamos acumulado en lo que va del año 1,6%. Pero el incremento de precios de productor (IPP) en los últimos doce meses suma 11,7%, con un acumulado en lo que va del año del 6,5%. Si las empresas descargan sobre los consumidores su aumento de precios de costes, el IPC será presionado a converger hacia el IPP.
Es importante señalar que el alza de precios de consumo se concentra en el rubro de alimentos, transporte y energía. Estos ítems tienen un peso ponderado más alto en la canasta de consumo de los sectores con menores ingresos de la población. La inflación real de estos sectores está muy por encima de la inflación medida por el IPC.
El dilema para la política monetaria es complejo, porque la única manera de bajar la inflación que tiene el Banco Central e impedir el recalentamiento de la economía es aumentar las tasas de interés de política monetaria, lo que entre otras cosas se traducirá en el aumento de los costos de endeudamiento de las familias, que en general están muy endeudadas. Esto tendría efectos de disminución del crecimiento económico. Además el Banco Central está bajo presiones para intervenir aumentando el precio del dólar, cuya abrupta caída afecta a las empresas exportadoras. Pero si aumenta el precio de la divisa estadounidense, aumentaran las presiones inflacionarias a través de mercaderías importadas, como el petróleo.
El Banco Mundial ha advertido que como consecuencia de la ampliación de los diferenciales de tasas de interés resultante del aumento de las tasas en América Latina mientras los países desarrollados las mantienen bajas para impulsar sus deterioradas economías aumentará el flujo de capitales hacia la región, lo que presionará a una mayor devaluación del dólar. El resultado esperable de esto será un aumento excesivo del valor de las monedas en Latinoamérica con efectos adversos y potencialmente permanentes sobre la competitividad de las exportaciones y a una expansión desmesurada del crédito que puede amenazar el sistema financiero en el futuro.
Los grandes medios y los economistas convencionales insisten que la explicación del alza de los alimentos en el mundo, es el rápido crecimiento de las economías de países como China y la India, malas cosechas provocadas por desastres como inundaciones en China o Pakistan, los incendios gigantescos del verano anterior en Rusia, o el terremoto – tsunami seguido del desastre de contaminación nuclear que ha inutilizado cosechas y suelos cultivables.
Olvidan sin embargo un componente que hoy es muy importante en la composición de los precios de alimentos y materias primas; la especulación.
Una investigación de la FAO sostiene que: “El aumento de los contratos en el mercado de futuros de productos agrícolas se relaciona directamente con el aumento de los precios de futuros en esos mercados y, lo que es más importante, también con sus precios al contado, justificando, mediante oportunidades de arbitraje, el aumento de los precios por encima de los niveles que serían esperados en el comportamiento de la oferta y la demanda”.
Después de la crisis subprime, montos enormes de capitales especulativos, necesitaban reorientarse, y los grandes bancos estaban listos para masificar la venta de inversiones sobre los precios futuros de los alimentos. En el artículo “La especulación con alimentos, la nueva herramienta de los bancos para forrarse con nuestra ruina” del 3 de abril de 2011, David Avendaño escribió que “Goldman Sachs, Morgan Stanley y Barclays encabezan la lista de las entidades que más dinero están haciendo jugando con los precios de los alimentos. Se estima que Goldman Sachs ganó más de 1.100 millones de euros en 2009 con esta práctica mientras que Barclays se embolsó unos 385 millones con este tipo de inversiones. Según un informe de Lehman Brothers, el dinero de los fondos de inversión alimentarios pasó de 13.000 a 260.000 millones de dólares de 2003 a 2008.”
Más adelante en el mismo artículo continúa: “¿Cómo funciona el mercado de futuros de los alimentos? Así lo explican en Veterinarios sin Fronteras: “Como son apuestas a futuro, los títulos se pueden comprar y vender por varias personas durante un tiempo. Entonces se especula con la subida y bajada de su valor cada vez que cambian de manos. Esos contratos se venden y compran decenas de veces. Según el Banco Mundial, durante 2010 solo el 0,5% de los contratos de futuro se acabaron ejecutando, en realidad nadie quiere comprar estos alimentos y sólo se especula“.
“Según el FMI, en los últimos seis meses de 2010 el precio del conjunto de los alimentos se elevó un 35%. Dentro de este grupo, los granos fueron los más afectados: el precio del trigo se duplicó en este periodo mientras que el maíz se elevó un 74%, la soja un 47% y el girasol un 40%. Por su parte, la FAO advierte que el precio de los alimentos a nivel mundial se encuentra -en términos reales teniendo en cuenta la inflación- en el nivel más alto desde que comenzó la medición en 1990.”
En una entrevista concedida por Heiner Flassbeck a la revista alemana Focus, el economista en jefe de la UNCTD (Conferencia de las NNUU para el comercio Mundial y el Desarrollo sostiene que: “Nadie puede discutir seriamente que desde marzo de 2009 comenzó a hincharse en todos los mercados financieros una nueva burbuja. Los precios de los alimentos, que se comercian en mercados de futuros, se mueven simultáneamente con los de las acciones, las divisas o el petróleo. Pero una correlación tan alta sólo la pueden tener los títulos de los mercados financieros; de modo que los elevados precios de la soja o del trigo son una consecuencia de las inversiones especulativas.”
Descartando que la causa significativa del alza de precios sean fenómenos como la sequía, el Sr. Flassbeck sostiene que: “En todos los mercados hay shocks de corto plazo. Pero nadie se molesta en comprobar qué peso cuantitativo tiene eso. Usted no puede explicar una carrera de tres años de duración con perturbaciones climáticas. La verdadera causa son los especuladores financieros.” (Entrevista concedida por Heiner Flassbeck a la revista alemana Focus, el economista en jefe de la UNCTD. Traducción de Sin Permiso. 20 marzo 2011).
Precios del petróleo al alza.
La subida de los precios de los hidrocarburos, en países que dependen de las importaciones para abastecer sus necesidades, como Chile, tiene un efecto inflacionario en cadena.
Los levantamientos populares en los países árabes, la primera ola revolucionaria tras la crisis global, fue gatillada por el insoportable encarecimiento de la vida, en países con poblaciones que sufren la miseria unida a la falta de libertades elementales, lo que contrasta con la corrupción y la riqueza de los sectores dominantes.
En el pasado los grandes aumentos del precio del petróleo, antecedieron a recesiones mundiales. Así ocurrió con la subida que siguió a la guerra de Yom Kipur en 1973 y la reacción árabe tras la derrota de Egipto y Siria. Lo mismo aconteció con los incrementos que siguieron a la revolución islámica iraní en 1979. La crisis de las hipotecas subprime, y la recesión de 2008 a 2009 fue precedida de un aumento del precio del petróleo y otras materias primas, que precipitaron la incapacidad de pago de los deudores.
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