La carne a la parrilla: “Salvo el gobierno, toda la sociedad de Argentina está con los educadores en huelga”
- Entrevista con Roberto Baradel, secretario general del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de la Provincia de Buenos Aires, en el marco del paro nacional del magisterio y cuyo resultado marcará a fuego las paritarias y negociaciones colectivas del conjunto de los asalariados del país.
Andrés Figueroa Cornejo
Roberto Baradel es representante de los docentes desde 1991, y por segunda vez, secretario general de SUTEBA. La organización existe desde hace un cuarto de siglo y se originó debido a la diáspora magisterial de la principal provincia de Argentina.
“La docencia llegó tarde a reconocer su condición de trabajador de la educación. Como una contradictoria paradoja histórica, la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA), de la que somos miembros pilares, nació el 11 de septiembre de 1973, mientras ocurría el golpe de Estado en Chile. Sin embargo, sólo 13 años después, en 1986, nos constituimos en Buenos Aires”, relata Roberto, y añade que “el 2005 logramos detener la municipalización y descentralización de la educación pública. Pero no alcanzamos a resistir su provincialización.”
Los educadores de la provincia porteña forman a 4 millones y medio de estudiantes, casi el 40 % de todos los escolares del país. SUTEBA, en particular, agrupa al 60 % de los profesores bonaerenses organizados y negocia sus salarios y condiciones laborales todos los años con el gobierno provincial, coyunturalmente encabezado en la actualidad por el pre candidato a la presidencia de la nación para el 2015, el peronista Daniel Scioli.
La Ley de Financiamiento Educativo otorga el 6 % del PIB a la enseñanza. Producto de la disparidad de salarios existente a mediados de la primera década del milenio, se estableció la “paritaria federal” (negociación colectiva), que, en los hechos, funciona nacionalmente. Esto es, se enfrentan el ministro de Educación del Estado argentino junto a los ministros de educación de las provincias, por un lado; y los sindicatos nacionales, por otro. Sus resultados determinan el “piso mínimo” a pagar a los docentes en todas las reparticiones. Las provincias más empobrecidas reciben un subsidio del Fisco para llegar al monto básico acordado. Los convenios particulares se debaten en cada jurisdicción.
En Argentina, las conclusiones de las negociaciones docentes operan como paradigma y referencia para el conjunto de los trabajadores asalariados ‘en blanco’ o formalizados (alrededor de la mitad de fuerza laboral total).
Para escándalo sobreactuado de algunos y sorpresa de nadie, los educadores de 16 provincias del país de Domingo Faustino Sarmiento amanecieron el 28 de febrero en paro y/o movilizados a causa de sus reclamos contestados insatisfactoriamente y a última hora.
-¿Es habitual que los profesores hagan efectiva la huelga justo el día en que empiezan las clases de manera oficial?
“Era normal hace 10 años atrás, antes del gobierno de Néstor Kirchner. Después dejó de ser recurrente porque hubo una recuperación de la situación salarial del sector. Este es el primer año que no hay acuerdo nacional previo al inicio del ciclo lectivo.”
-¿Por qué?
“Porque desde noviembre del año pasado que estamos pidiendo efectuar las negociaciones para no llegar a este punto. Sin embargo, el gobierno se hizo el sordo. Por tanto, hacemos responsable al gobierno de la huelga.”
-Parece absurdo por parte de una administración gubernamental, precipitar por pura negligencia ‘veraniega’ un paro de un territorio y derecho social tan sensible para la ciudadanía como es la educación…
“Pasa que el gobierno especuló con que la sociedad iba a ‘castigarnos’ por parar las actividades a comienzos del año escolar. Creyó que eso nos detendría, que haría bajar nuestras demandas para no quedar como ‘los malos’. Sin embargo, se equivocaron porque todo el mundo sabe a través de los medios de comunicación que estamos solicitando sentarnos a negociar desde fines de 2011.”
-¿Y qué ocurre con los almuerzos escolares cuando no hay clases?
“Se entregan ordenadamente viandas de alimentos para que los niños. Aquí ningún niño se queda sin comer cuando para el magisterio.”
“EL GOBIERNO NO VALORA NUESTRO QUEHACER”
-¿Cuáles son sus demandas para el 2012, año de inflación galopante, agresivo ajuste económico, quita de subsidios, etc.?
“Un reajuste remuneracional de $ 3.100 pesos al mes (US$ 710 dólares) para el maestro de jornada simple que recién inicia su carrera y que labora cuatro horas diarias; y $ 6.200 pesos mensuales (US$ 1.418) para el de jornada completa o que trabaja 8 horas al día, más el tiempo impago por lo que termina en casa. Esos corresponden a los montos fijos, porque también exigimos que se considere una proporcionalidad para aquel educador que trabaja en zonas rurales, que tenga más años de antigüedad, que tenga cargos de responsabilidad superiores. Queremos que se respete el Estatuto Docente y la carrera profesional que contempla.”
-Está clara la reivindicación salarial. ¿Qué ocurre con otras condiciones laborales?
“Nosotros contamos con un modelo de asignación familiar proveniente del Estado para las personas que tienen hijos. Desde la década del 90 se han clavado topes sin ninguna modificación. Quien cruza ese sueldo fijo, simplemente no recibe la asignación. Pasa que en el magisterio, una maestra de grado que se desempeña en dos cargos, porque en uno solo no le alcanza para vivir, si es jefa de hogar, no percibe el beneficio. Es un verdadero despropósito. Por eso estamos peleando para que se elimine el tope salarial que otorga o no la asignación, y que está ubicado en los 5 mil 200 pesos al mes (US$ 1.190). En Buenos Aires, el 50 % de los profesores no cobra un solo peso de la asignación que se traduce entre 200 a 120 pesos por hijo mensual (entre US$ 45 y US$ 27). Finalmente, queremos terminar con las ‘sumas en negro’, porque son dineros que no reciben los jubilados. Cuando un docente pasa a retiro en Buenos Aires, pensiona al mes entre el 70 al 85 % del sueldo en actividad, y su previsión se reajusta según nuestras negociaciones. El problema es que cuando nos pagan dineros que no tributan, los jubilados no reciben nada. En buenas cuentas, queremos que se blanquee toda la función docente para bien de los jubilados y de los profesores activos, por su impacto en la escala salarial.”
-¿Pero cuánto obtiene un maestro de grado, con 10 años en el sistema escolar?
“3 mil pesos al mes (US$ 686), y el profesor inicial, 2 mil 400 pesos (US$ 549). El docente que cuenta con la mayor cantidad de años posible en el sistema, está en 3 mil 900 pesos mensuales (US$ 892).”
-¡Pero se trata de una ocupación estratégica en la formación de niñas, niños y jóvenes!
“Esa es nuestra discusión con el gobierno. No valora nuestro quehacer, a diferencia de la sociedad en general, de acuerdo a las propias encuestas de opinión y a lo que nos dicen directamente y a diario las madres, padres y apoderados.”
“NOSOTROS NO QUEREMOS VOLVER ATRÁS, PERO TAMPOCO ESTAMOS CONFORMES CON EL PRESENTE”
-El 28 y 29 de febrero fueron los primeros días de huelga. ¿Cómo los evalúas?
“De convocatoria masiva, prácticamente total. Ello demuestra que la huelga no es una ocurrencia de los dirigentes, sino de todos los docentes. La contraparte nos citó para el viernes 2 de marzo. Si la respuesta continúa resultando insatisfactoria, nosotros nos abocaremos a una consulta democrática con los educadores en las 135 asambleas de afiliados. Y, por supuesto, si el magisterio no aprueba una nueva oferta, retomaremos la huelga y las movilizaciones la semana entrante durante 48 horas.”
-El ministro de Educación del gobierno nacional, Alberto Sileoni, afirmó públicamente que la acción docente formaría parte de “una Argentina que dejamos atrás”…
“Nosotros no queremos volver atrás, pero tampoco estamos conformes con el presente. Deseamos caminar hacia adelante. Y el ministro tiene que entender de una vez por todas que las medidas de fuerza de los trabajadores son un derecho consagrado constitucional y universalmente. Lo defenderemos como un derecho legítimo. Los trabajadores cumplimos un rol fundamental cuando se trata de una mejor distribución de la riqueza. Si miramos al pasado, no hay duda que hemos avanzado, pero todavía son muchas las deudas con nosotros.”
-¿Y no sería mejor que un buen día la sociedad fuera organizada por los propios trabajadores, entonces?
“Sí. En medio de un proceso complejo y contradictorio. Pero ese es el horizonte estratégico.”
Febrero 29 de 2012
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