vertedero

  • Desde el viernes 19 de octubre, más de 50 vecinos organizados mantienen una toma indefinida de la estación de transferencia de basuras domiciliarias de la comuna de Panguipulli, ubicada en el kilómetro 2 de la ruta que une Panguipulli con Los Lagos, en el sector de Puyehue.
  • Este martes 23 de octubre, los vecinos y vecinas y sus organizaciones tienen una audiencia extraordinaria con el Concejo Municipal de Panguipulli y esperan resolver  de manera definitiva la remoción de este  foco de contaminación que ha vulnerado  el derecho constitucional de vivir en un medio ambiente libre de contaminación de las 150 familias que viven en el sector.

La medida tomada por los vecinos y vecinas responde  a la última oferta del concejo municipal que le planteaba el cierre del vertedero, siempre y cuando se trasladara la actual planta de transferencia 50 metros desde la ubicación actual. Esto se opone a la solicitud de cierre definitivo de la planta de transferencia  y ex vertedero que tienen  los vecinos y vecinas; los cuales por más de treinta años han soportado las molestias de  pagar los costos ambientales y sociales de vivir en un espacio donde se deposita la basura y los desechos de todos los habitantes de  la comuna de Panguipulli.

Basura y discriminación: una historia  de 30 años

Entramos a la toma la tarde del viernes 19 de octubre, afuera hay unos murales  que indican que la basura es igual a la muerte y varios otros que señalan el hastìo de los vecinos de convivir con los efectos de la basura.

Francisca y  Andrea, jóvenes estudiantes, nos hablaron que significa para ellas vivir en una zona saturada de contaminación desde que nacieron:

“Nosotros hemos sufrido distintas enfermedades como en mi caso constantes dolores de cabeza, vómitos, diarreas, así como el ataque de jaurías de perros, hay gente que tiene animales y los han atacado”

“Para nosotros es un problema, es incómodo y molestoso, cuando uno invita amigos a la casa y dicen dónde vives y tu respondes camino a Los Lagos, en el sector del vertedero; todos quedan  en una actitud y dicen allá?. No vienen y nos dicen tú vives en el vertedero, y es como un bullying para nosotras, como una discriminación”

Cabe destacar que este vertedero ha funcionado sin autorización sanitaria por más de treinta años  y  se instaló en el sector durante la gestión del Alcalde designado por la dictadura, Luis Emaldía. En ese entonces no se podían cuestionar las decisiones de la autoridad. Con la llegada de la democracia y durante las administraciones de Andrés Sandoval y Alejandro Koeler, no se hizo mucho más que cambiar de vertedero a una estación de transferencia.

Con la llegada del  actual consejo y administración, encabezada por René Aravena, se tenía esperanzas de que por fin se trasladara esta estación de transferencia del sector de Puyehue. Para eso se hizo un estudio y se postuló a un proyecto cierre de vertedero por  un poco más de 500 millones de pesos, que mediante un proceso de licitación se lo adjudicó la Empresa Forestal del Lago, cuyos propietarios   se encuentran seriamente cuestionados  ya que un proyecto anterior de una planta de incineración de residuos biopeligrosos  y cuya Resolución de Calificación Ambiental (RCA) se encontraba aprobada, tenía serios problemas técnicos  y efectos ambientales. Estos problemas, omisiones y faltas de información, fueron señalados por la Red de Organizaciones Ambientales de Panguipulli y con lo cual su RCA fue derogada por la comisión de evaluación Ambiental de la Región de Los Ríos.  Algo extraño es que la licitación la haya ganado los  mismos dueños de un proyecto que pretendía incinerar desechos altamente contaminantes y que técnicamente han demostrado no estar a la altura de los estándares mínimos  de la legislación y de la institucionalidad ambiental.

Pareciera ser que el manejo de desechos domiciliarios  se ha convertido en  un negocio lucrativo y son por lo tanto, un espacio de maniobra al interior de  la institucionalidad local para las empresas del rubro. Esto se debe   a que se aplican políticas locales neoliberales  de externalización  de tratamiento de desechos;  centradas más a quien se le entregan los recursos,  que en desarrollar una política sustentable que incluya un proceso de educación ambiental en la población en el cual se le instruya la separación de desechos  orgánicos e inorgánicos en origen,  prácticas de reciclaje y compostaje comunitario. Una política local  comunitaria centrada en asumir la responsabilidad familiar ante el manejo de nuestros desechos y en el reciclaje  permitiría disminuir los volúmenes de desechos que se llevan al vertedero Morrompulli y por lo tanto bajar el presupuesto municipal en esa área, pudiendo destinarse esos recursos en otras áreas sensibles. Pero como los negocios son los negocios, aun cuando son recursos públicos,   una política de manejo de basuras que aborde un perspectiva sustentable va contra el lucro de empresarios locales.

“Las cosas se logran a través de presión en este país”

Cuando llegamos al vertedero una asamblea de paraguas  guarece de la lluvia a los vecinos y vecinas mientras conversan.  Un poco más allá, algunos preparan fuego, otros colocan obstáculos en el acceso principal a la planta de transferencia. La gente está fuerte y decidida, comentan la venida de Carabineros y el frustrado acceso  de dos camiones basureros.

Conversamos con dueñas de casa y vecinos del sector  que  consultados respecto a los costos ambientales y sociales de tener un vertedero por más de treinta años en las inmediaciones de sus casas indicaron  lo siguiente:

“Mi nombre es Mirta Miranda y llevo más de treinta años viviendo acá. Este vertedero funciona de manera ilegal. Nosotros tenemos problemas para vender nuestros productos, nuestras hortalizas. Además tenemos el aire y el agua contaminados, hay una peste de moscas, perros y ratones.  Yo vivo como a cien metros del vertedero. Nos hemos acercado a la municipalidad muchas veces y hemos participado en reuniones de concejo, y no nos dan ninguna solución y siempre tienen peros.  Nosotros queremos una solución ¡ya! y estamos en esta toma, porque lamentablemente en este país las cosas se hacen a través de presión. No queremos más basura y que cierre definitivamente este vertedero. No queremos ni siquiera una planta de transferencia, si no saben dónde la van a instalar es problema de ellos. Nosotros estamos luchando para que nuestros hijos tengan una mejor calidad de vida, llevamos treinta años luchando y esta es la segunda toma, la definitiva”.

“ Mi nombre  es Cristina carrillo y encuentro que no es justo que nosotros estemos pagando por el resto de la gente. Imagínese que aquí vienen a botar la basura de los supermercados, hospitales, restos de fetos hemos visto aquí. Se nos mueren los animales producto de las aguas contaminadas, no podemos criar, ni nuestra fruta podemos comerla. Vamos al municipio, nos hacen esperar  cuantas horas y ahí nos dejan, que nos van a dar una respuesta y al final no hay nada concreto. Nosotros queremos una fecha de cuando van a cerrar el vertedero”.

“Mi nombre es Patricio Canihual  y al igual que el resto de mis vecinos veo a diario la  inmundicia que ha traído ilegalmente la municipalidad. Estamos cansados  de tocar puertas en el Municipio y a Medio Ambiente. Nos prometen y no nos cumplen, se nos han vulnerado nuestros derechos.  Es difícil compartir con basura, nuestros alimentos en las casas están todos contaminados con moscas negras enormes. A nuestras ovejas, los perros  se las hicieron chupete . Vino personal de la municipalidad a decir que se nos iban a devolver todos nuestros animales, pero nunca se hicieron presente con aquello. Esta es una medida de presión que hemos tomado nosotros, no vamos echar pie atrás porque estamos cansados, son muchos años de todo. Nosotros estamos siendo mal mirados donde quiera que vayamos  a pedir trabajo. Creemos que es muy feo lo que ha dicho el Alcalde “estos pocos pelagatos  quieren que cerremos el vertedero” en los primeras reuniones que se hicieron con nosotros.

“Mi nombre es Miguel Machuca yo soy vecino de Panguipulli desde hace cinco años y mis sobrinos viven en este sector. Hasta el momento el problema de este basural no se ha resuelto y en la última reunión del concejo hemos sido manipulados por los concejales; en este caso por el Concejal Valdivia que teníamos que firmar pero esto iba de la mano de trasladar unos metros más allá la planta de transferencia, a lo cual nosotros nos opusimos y yo le respondí que hace treinta años una persona cómo él, inescrupulosa, dijo lo mismo  y tenemos treinta años de vertedero”

Se larga un aguacero intermitente, ya es de noche  y se organiza la distribución de turnos para mantener la toma. La fogata alumbra los rostros y entonces  ubicamos  al presidente de la organización Nuevo Brote de Puyehue, Roberto Abarca, quien nos explica lo siguiente:

“Queremos decir basta de otra manera, ya que hemos golpeado las puertas del municipio y esperamos una respuesta concreta. Nosotros hemos luchado por solucionar esto durante los últimas cuatro administraciones municipales. Este era un campo mapuche y se ocupó para traer todas las basuras, eso fue durante la administración de Emaldía y no se desarrolló ningún proceso de consulta. Hace dos años que están los recursos para solucionar el problema del vertedero  y hasta el momento no se ha logrado realizar una limpieza del sector de puyehue. La s conversaciones que hemos tenido con la municipalidad han sido nefastas y nosotros necesitamos urgente que saquen esta planta de transferencia para poder ejecutar el proyecto de cierre de vertedero y lo que ellos quieren es correr la planta de transferencia 50 metros más allá que para nosotros es exactamente lo mismo. Esta propuesta la vino a exponer la señorita Daniela Rubilar de la oficina de  Medio ambiente Municipal. Aquí ninguna de las autoridades se ha acercado a solucionarnos el problema en concreto”

Le preguntamos a Abarca que fue lo que sucedió en la última reunión de concejo municipal: “En esta última reunión la señorita Rubilar no contaba con los antecedentes  al igual que en las reuniones anteriores  y ahí nos damos cuenta que las autoridades que uno elige están para fiscalizar y que delante de nosotros no fiscalizaron, y queda finalmente como que ella tiene toda la responsabilidad. Este martes tenemos otra reunión de Concejo y la señorita Rubilar se le solicitó que llevara el costo los camiones trasladaran directamente la basura al vertedero Morrumpulli”.

Cabe destacar que los proyectos de cierre de vertedero y habilitación de una nueva planta de transferencia suman un poco más de 500 millones de pesos y el concejo municipal y la actual administración han estado más preocupados de licitar estos proyectos;  que de la vulneración de los derechos de las 150 familias de puyehue a vivir en un medio ambiente libre de contaminación.

Al cierre de esta nota los vecinos han mantenido la toma y esperan ansiosos la reunión del martes para una pronta solución de un problema que se arrastra por 30 años, saben que tienen la sartén por el mango. Es de esperar que la actual administración y los miembros del concejo municipal dejen de lado la campaña electoral  y se preocupen de solucionar  de manera definitivamente el problema de las 150 familias de Puyehue. Si no lo hacen, su incapacidad de solucionar los problemas y satisfacer  las reales necesidades de los electores quedará una vez más expuesta, así como el olor de la basura cuando se descompone.

 

 

 

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