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Entras por el pasillo del Museo de la Madera y la Memoria al fondo, ves una figura pintada de  José Gregorio Liendo, este estudiante de agronomía de la Universidad Austral de Chile,  que dejó los estudios y subió junto a otros jóvenes a inicio de la década del  ‘70 a la cordillera de la provincia de Valdivia. Allí junto a campesinos y obreros desarrollaron una de las experiencias sociales y políticas más importantes y desconocidas de la Unidad Popular:  el Complejo Forestal y Maderero Panguipulli, una empresa del área social, que administrada por los trabajadores,  controló  y manejó la explotación forestal sobre  420 mil hectáreas.
Al acceder huele a  humo rancio. Este museo comunitario, ubicada en Neltume, comuna de Panguipulli en la región sufrió en la madrugada del domingo 17 de febrero de 2013 un atentado incendiario  a la sala de memorias por parte de desconocidos, quienes además robaron un computador en el cual se encontraban archivos  y registros fotográficos y seis ejemplares del libro “De Carranco a Carrán. Las tomas que cambiaron la historia” (Lom, 2012).
En la Sala de Memorias, que aborda  la experiencia del Complejo Forestal y Maderero Panguipulli y la Guerrilla del ’81, están las evidencias del incendio: Una repisa de coligües a medio calcinar, restos de textos quemados y de una revista original de la época , así como una manta de castilla chamuscada  en sus bordes que fuera traída desde la sala de Trabajos de Aserradero.
Ante este hecho  un comunicado público explica la posición del centro Cultural Museo de la Madera y de la Memoria de Neltume, que ha gestionado y  administrado este espacio:

1. Nuestro Museo es una experiencia autogestionada y generada por familias y vecinos de nuestro pueblo de Neltume, en la cual se relata también la historia de nuestra localidad y de los oficios y trabajos realizados por nuestros abuelos y padres durante la época de la explotación forestal durante buena parte del siglo XX.
2. Nuestro Museo es un espacio único en la región y en el país, ya que el ejercicio de reconstrucción histórica se hace desde los actores y familias trabajadoras que vivieron los procesos sociales y políticos derivados de la explotación forestal  en la cordillera de la provincia de Valdivia.
3. Creemos que este atentado incendiario es una amenaza cobarde a la memoria de nuestro pueblo de Neltume y a la historia social de los pobres del campo y la ciudad de Chile.
4. Pedimos a otras organizaciones e instituciones de memoria del país  que muestren su solidaridad y denuncien este hecho.
5. Queremos indicar a aquellos cobardes  que se esconden en la oscuridad para realizar este tipo de ataques que nadie nos trancará el paso ni impedirá nuestro derecho a ejercer la memoria  y construir nuestra propia historia.


 


 

Para Angélica Navarrete,  Presidenta del Centro Cultural Museo de la Madera y Memoria de Neltume “este hecho no impedirá que nuestra organización social y comunitaria siga trabajando en reconstruir la historia de nuestro pueblo, sobretodo la vida que con esfuerzo hemos creado en medio de estas montañas”.


¿A quién le molesta la memoria?

 

 

Este hecho podría ser calificado como un acto vandálico con robo, pero el hecho de quemar sólo el espacio de memoria social y política del Museo relacionada con experiencias de administración colectiva por parte de trabajadores y trabajadoras, así como procesos de resistencia armada a la dictadura militar, hacen que este evento pueda interpretarse como que a alguien le está molestando  este ejercicio de reconstruir la historia social de Neltume; ya sea porque el punto de vista histórico le incomoda o sencillamente está de acuerdo con las violaciones a los derechos humanos ejercidas por la dictadura militar en la zona.

 

El Museo  estuvo cerrado durante buena parte del domingo 17  hasta que el Servicio de Investigaciones Policiales de Carabineros de la Quinta Comisaría de Panguipulli realizó algunas pericias ante la denuncia de la directiva del Centro Cultural.

 

A las 16 horas se abrió al público y algunos visitantes se encontraron consternados ante la evidencia del atentado incendiario. Durante la tarde, dirigentes comunitarios, familias y vecinos de la localidad visitaron el museo para ver los efectos del ataque incendiario y se encontraban molestos ya que este museo es un espacio comunitario y cuyos objetos y fotografías  son donaciones de los vecinos y vecinas de esta localidad cordillerana, ubicada en la Región de Los Ríos.

 

Según la organización este hecho es una amenaza política al ejercicio de la memoria y a la reconstrucción de la historia social de esta localidad que fuera el centro neurálgico del Complejo Forestal y Maderero Panguipulli.

 

Cabe destacar  que este Complejo, que fue una empresa del área social durante la Unidad Popular y que desarrollaba la explotación forestal de 424 mil hectáreas, fue privatizado a fines de la década del noventa y cuyos fundos fueron vendidos entre 180 y 360 pesos  de la época por hectárea en algunos casos, como consta en los registros del conservador de Bienes Raíces de Panguipulli. Tras eso la cordillera quedó en manos de los Luksic, Peterman, Von Appen, Abayou y Cooper entre otras  familias perteneciente a elite social y política chilena.

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Neltume, 17 de febrero de 2013

 

 

 

Comunicado Público

 

NADIE NOS TRANCARÁ EL PASO

 

NI NOS IMPEDIRÁ EJERCER EL DERECHO A LA  MEMORIA

 

Y A RECONSTRUIR  NUESTRA HISTORIA

 

A la opinión pública nacional e internacional:

 

El Centro Cultural Museo de la Madera  y Memoria de Neltume, Región de los Ríos, quiere comunicar el cobarde atentado incendiario en la sala de memorias en la cual se quemaron documentos históricos, fotografías e inmobiliario relacionado a la época de la Unidad Popular y del Complejo Forestal y Maderero, además  de la experiencia guerrillera desarrollada en el marco de la Operación Retorno  del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) a inicios de la década del 80.

 

Este hecho se realizó por desconocidos en la madrugada  del domingo 17 de febrero de 2013, ingresando al Museo por una ventana a nuestro espacio de memorias y quemando material histórico relacionado con la historia de José Gregorio Liendo, también conocido como Comandante Pepe, además de la experiencia social de  administración por parte de los trabajadores de 22 fundos en lo que fuera el Complejo Forestal y Maderero Panguipulli.

 

Además de robar un computador y seis ejemplares del libro “De Carranco a Carrán: Las Tomas que cambiaron la historia”, editorial LOM (2012), tomaron además una antigua manta de castilla, donada por la familia Burgos, que habitualmente se exhibía en la sala “Trabajos de Aserradero” para incrementar, sin éxito, el fuego sobre nuestra memoria.

 

Ante esto hechos que calificamos de cobardes y detestables queremos indicar que:

1. Nuestro Museo es una experiencia autogestionada y generada por familias y vecinos de nuestro pueblo de Neltume, en la cual se relata también la historia de nuestra localidad y de los oficios y trabajos realizados por nuestros abuelos y padres durante la época de la explotación forestal durante buena parte del siglo XX.

 

2. Nuestro Museo es un espacio único en la región y en el país, ya que el ejercicio de reconstrucción histórica se hace desde los actores y familias trabajadoras que vivieron los procesos sociales y políticos derivados de la explotación forestal  en la cordillera de la provincia de Valdivia.

 

3. Creemos que este atentado incendiario es una amenaza cobarde a la memoria de nuestro pueblo de Neltume y a la historia social de los pobres del campo y la ciudad de Chile.

 

4. Pedimos a otras organizaciones e instituciones de memoria del país  que muestren su solidaridad y denuncien este hecho.

 

5. Queremos indicar a aquellos cobardes  que se esconden en la oscuridad para realizar este tipo de ataques que nadie nos trancará el paso ni impedirá nuestro derecho a ejercer la memoria  y construir nuestra propia historia.

 

 

Centro Cultural Museo de la Madera y la Memoria de Neltume