Estamos viviendo días decisivos para la historia de Chile, no solo por la pandemia que nos tiene confinados e inhibidos en buena parte de nuestras actividades.

La vida del mundo esta atravesada por esta Crisis sanitaria y se han evidenciado mas que nunca las desiguales condiciones de sobrevivir que afecta a los habitantes y pueblos del planeta según su territorio y según el tipo de estructura política y administrativa que le toca vivir.

En nuestro continente, tenemos la crisis sanitaria mas grave que nos ha tocado presenciar. Los ejemplos más aberrantes de esta crisis se dan en las economías supuestamente líderes de América como son Estados Unidos y Brasil, los 2 países gobernados por la elite financiera mas corrupta y fascista conocida.

Trump deja a su país en la crisis más atroz conocida por el llamado 1er mundo, donde han fallecido mas de 500.000 personas en lo que va de la pandemia.

En Brasil van mas de 300.000 muertes, producto del negacionismo y de la indolencia de un fascista evangélico y ex militar que al igual que Trump minimizaron y evitaron tomar en serio como gobernantes la responsabilidad de reaccionar y cuidar a sus connacionales.

En Chile, los mas de 30.000 fallecidos también nos indican el desastre sanitario que nos ha llevado este gobierno criminal; porcentualmente, han muerto mas chilenos que brasileños por culpa de la negligencia criminal e improvisaciones constantes de una clase político empresarial que solo busca proteger sus intereses económicos. Todas sus medidas han apuntado a privilegiar sus empresas, al mundo privado de las inmobiliarias, Retail, Malls y empresas extractivistas. Los permisos masivos laborales solo apuntan al sacrificio de los trabajadores que se movilizan en metro y transporte publico hacinados y con el destino cierto de contagiarse ellos y sus grupos familiares.

La burguesía empresarial chilena no es capaz de ningún sacrificio ni de cambiar sus privilegios de clase, solo les importa el flujo de sus inversiones especuladoras y el sacarlas del país apenas se ve turbulento el panorama social y político.

Es por ello que ante el avance y despertar de la conciencia de un pueblo que ya No acepta mas injusticias y explotación, que ya No quiere seguir viviendo para pagar sus tarjetas de crédito ni la Presto Lider, ni la Ripley ni la Falabella ninguna de las que le permiten comprar pan en cuotas, salud en cuotas, educación a cambio de esclavitud futura..

Ante este despertar de conciencia del pueblo, el terror de perder algo mínimo de sus formas de vida y privilegios ,los hace reaccionar y utilizar toda su habilidad ingenieril y entramado con la Casta política para urdir la forma de seguir sometiendo a los chilenos a la explotación y servidumbre del modelo impuesto por el Terror y el crimen de la revolución empresarial/militar del año 1973.

La Pandemia les ha servido para intentar sofocar la Revuelta social iniciada o detonada a partir de octubre del 2019. Han logrado parar la movilización masiva por el estado de excepción y sus fuerzas militares y represoras en los territorios, han logrado que además del autocuidado y prevención de contagios los chilenos se cuiden y se mantengan contenidos a la espera del momento o de los momentos de expresión rebelde y de lucha que necesariamente volverá a las calles de cada ciudad del país.

Pero se equivocan rotundamente si creen que copando de pacos y su parafernalia militar van a asustar a las nuevas generaciones y a las que ya conocen la lucha contra la Dictadura, ya no hay vuelta atrás, ya no se puede volver al antiguo modo de vivir sometidos a la “No vida” del experimento brutal y criminal impuesto hace ya 48 años. No merecen los chilenos más castigo ni represión por querer tener una vida mejor y con dignidad, ya tenemos suficiente historia a cuestas, demasiados familiares desaparecidos, torturados y perseguidos como para aceptar que la misma clase, los mismos civiles que dieron el golpe de estado del 73 sigan decidiendo cuando masacrarnos de nuevo.

Las medidas de la casta político empresarial solo apuntan a retrasar el inevitable nuevo estallido popular, saben que les queda poco tiempo, es por eso que firman el acuerdo del 15 de noviembre del 2019, para poder administrar y controlar el escenario político vía engaño de una nueva Constitución y un paquete de medidas para intentar doblegar la voluntad de lucha del pueblo chileno.

Sabemos a estas alturas que ese acuerdo le dio oxigeno a la casta gobernante para chutear la pelota mientras intentan salvar el partido, pero ni la militarización y represión masiva han podido contener la indignación y voluntad de pelea de los trabajadores. y Digo trabajadores pensando en los profesionales jóvenes endeudados, de los trabajadores de oficios de todo tipo, de los tercerizados y sub contratados, de los profesionales de la salud, de la educación, de la clase media precarizada y endeudada, de los trabajadores temporeros, de los inmigrantes etc; de todos los que tenemos un salario a cambio de nuestra fuerza de trabajo, física e intelectual.

El calendario electoral también le da oxígeno a la casta gobernante, desvía esfuerzos y tiempo a la organización de los territorios, divide voluntades y desgasta a los luchadores que ahora deben lidiar con la maquinaria de los partidos y sus recursos económicos que cooptan a algunos en la inmediatez de las elecciones para abandonar la construcción a mediano y largo plazo de un tejido social poderoso y transversal.

Divide y trata de instalar nuevamente el dilema del “lápiz y del papel”, el voto como única forma y solución para los cambios políticos y sociales que el país clama con urgencia, Aquí tenemos toda la casta política de la transición intentando aplicar de nuevo su eslogan de “en la medida de lo posible” y de la condena a la violencia social. Como único mecanismo de progreso nos ofrecen lo electoral, amañado y controlado por sus viejas prácticas y en perfecta armonía con los intereses de la casta político empresarial.

Ya sabemos dónde nos tiene hoy esa forma pusilánime y cobarde de progreso, esa derrota a la voluntad de cambios que fue administrada e inoculada a la generación de dirigentes del 73.

Sabemos hoy la traición y crímenes que nos trajo esa casta de dirigentes que se vendieron para usufructuar del modelo pinochetista, sabemos que esa alegría soñada por los chilenos nunca ha llegado, sabemos que el horizonte posible del socialismo fue abandonado por la izquierda clásica y sus partidos y a lo mas aspiran a un capitalismo reformado y maquillado como ni el que siquiera intentaron desarrollar en sus decenios de gobiernos “progresistas”.

Es a esta casta que debemos ahora enfrentar decididamente y con todas las fuerzas de la historia acumulada.

Nuestros enemigos, son los partidos de la vieja Concertación y de la derecha fascista, ósea de todo el espectro político que nos mal gobierna hoy.

La posibilidad de liberarnos de esta casta política requiere de los luchadores sociales de hoy la habilidad y generosidad para reconocer como aliados a todo el tejido popular construido al calor de la Revuelta en adelante, haciendo ejercicios de Unidad que terminan en los limites de los que se insertan en el juego político tradicional y que no están dispuestos a jugarse su estatus ni comodidades actuales por los cambios y sacrificios necesarios para Chile. La “Normalidad” como la conocíamos ya no puede ni debe ser posible.

 La Unidad amplia y con claridad política confrontacional al modelo y sistema es la única garantía de triunfos posibles, lo demás es mas de lo mismo y sufrimiento por otros 50 años más al menos..

En esta unidad de propósitos y de horizonte común, caben todas las formas de lucha necesarias según el momento y correlación de fuerzas que se vayan dando.

Sabemos que las piedras no son suficientes para defenderse de la parafernalia militar de los pacos criminales ni de las fuerzas represivas en general, se debe implementar la Autodefensa masivamente y con toda la inteligencia y posibilidades de la tecnología actual, no es un “sino” ni “destino inevitable” ser asesinados o heridos por este gobierno y sus lacayos, como quisieran convencernos los políticos tradicionales en su visión culposa y religiosa de las luchas y la manifestación social.

 Hay que preservar la vida y las vidas de nuestros combatientes en general, Jóvenes de la 1 línea, y weichafe de todo tipo. No es mas revolucionario el que tira una piedra que el brigadista de la salud en resistencia, ni el joven de la 1 línea que el anciano que se presenta en las calles con su pancarta..

La experiencia de combate callejero debe ser perfeccionada y complementada por la amplia gama y experiencia del periodo antidictatorial, tanto en las urbes como en el campo, tanto en lo territorial clásico como en la lucha del pueblo nación mapuche.

Somos mayoría absoluta, no podemos seguir aceptando lo que la elite corrupta nos asigne como vida posible, “nuestros sueños no caben en sus urnas” como dice la sabiduría de los pueblos del mundo, este es el momento, la correlación política y de fuerzas nunca es perfecta ni precisa, hay que forzarla en la lucha diaria y en las calles y campos de nuestro país.

La Praxis nos enseña que recientemente estuvimos cerca de derrumbar a este gobierno y como “el pánico y los Mea culpa “desfilaron por las pantallas cotidianas durante casi 1 mes, hasta el traidor y cobarde acuerdo del 15 de noviembre donde termino de pudrirse la generación de relevo político pseudo-progresista y retomaron la iniciativa los esperpentos del pasado reciente.

A terminar con la Casta este año, no debemos darle respiro ni tiempo extra a este gobierno arrinconado y criminal, apuremos la unidad de los que luchan y terminemos de despertar la conciencia adormilada de los que aun, cual autómatas domesticados quieren la Normalidad del pasado..

El escenario electoral divide y confunde, lleguemos a mayo con una articulación necesaria y urgente que nos permita golpear y retomar la iniciativa popular para construir el nuevo Chile y la nueva Constitución, democrática, popular y plurinacional.

La falta de orgánica política única conductora en este escenario es un hecho y es parte del cambio en las formas de lucha político-social, es un cambio que no tiene vuelta atrás y al cual hay que agregarle todas las formas de organización que se están dando, desde la irrupción Zapatista del año 1994 y las nuevas expresiones de lucha anticapitalista y multiculturales que se dan en el mundo entero, las nuevas estructuras horizontales sin conducción vertical, todas son válidas y necesarias en orden diverso y de acumulación de fuerza y conciencia política. No le tengamos miedo a la ausencia de conducciones partidarias, ya no “dan el ancho..”

La lucha por un mundo mejor requiere de todas las lucidas expresiones actuales organizadas, ningún cambio será posible sin el movimiento feminista y las diversidades sexuales , ambientalistas ni sin la presencia de los pueblos nación originarios.

¡Arriba los y las que luchan!

¡Unidad hasta vencer!

Que la Dignidad de las y los chilenos asomen por sobre la cordillera de los Andes y nos hermanen con las luchas de todos los pueblos.

Vacunémonos del virus pandémico y del virus capitalista…Ahora es cuando!!

Para Radio plaza de la Dignidad

RC

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