Este domingo,  60 personas realizaron una caminata desde la Plaza de la República hasta la cárcel de Valdivia, en solidaridad y por la libertad de  los estudiantes universitarios Cristián Castillo Miller y Valentina Vargas.

Los estudiantes están siendo querellados por el intendente (s) Alejandro Acuña y han sido puestos en prisión preventiva por considerarlos una amenaza para la sociedad, ya que según esta autoridad llevaban bombas y artefactos incendiarios.

La criminalización de las demandas estudiantiles y la acción de prejuzgar delitos que no han sido realizados es la tónica de la estrategia judicial del gobierno regional, utilizando los tribunales de justicia como una especie de ring desde donde expresar su política de represión contra el movimiento por una educación gratuita .

“Fui cargado ex profeso para que el operativo resultara exitoso” indica el estudiante de antropología de la UACh, Cristián del Castillo.

A las nueve de la mañana de hoy lunes se presentaba un recurso de amparo a favor de los estudiantes en la corte de apelaciones de Valdivia.

 

Son las 13:30 del domigo 7 de agosto y una columna de 70 personas sale desde la plaza de la república con destino a la cárcel de Valdivia, ubicada en la salida sur de la ciudad. El objetivo visibilizar la injusta prisión preventiva de los estudiantes Cristian Castillo Miller y Valentina Vargas.

Con un lienzo que decía “Liberar al compañero por Luchar”, las 70 personas que formaban la columna avanzaron por la avenida Picarte, mientras con megáfonos explicaban la situación y contexto de la detención de los estudiantes.

Una vez llegados al acceso de la cárcel, los caminantes se encontraron con un procedimiento, que si bien forma parte del protocolo de Gendarmería de Chile, no decía relación con quienes son los estudiantes detenidos, ni menos con el carácter de la manifestación. El procedimiento no era otro que un escuadrón de gendarmes antimotines con escudos, lacrimógenas, escopetas, máscaras antigases y  perro rotweiller con bozal parados en el acceso principal de la Cárcel de Valdivia. Todo un símbolo al lado de un letrero que decía recinto privado, no ingresar locomoción colectiva.

Una vez ahí y tras descansar de la larga caminata conversamos con Carlos del Castillo, padre del estudiante de antropología, quien nos entregó la posición de la familia frente a la detención de Cristián.

“Es lamentable que una autoridad tome decisiones sin prudencia construyendo escenarios y presumiendo toma de decisiones delicadas como las de detener una persona y enviarla a la cárcel mientras se investiga. Eso se puede hacer bajo ciertas circunstancias, pero en este caso es un error. Personas que toman este tipo de decisiones van construyendo algo que va en contra del propio gobierno. Mañana se resuelve un recurso de amparo. La jueza está con la predisposición de que esto es bueno para que el niño aprenda. No voy a juzgar ese comentario. Lo que si espero es que el día de mañana haya justicia. Esta la fiscal y la jueza y tengo fe que se va resolver en conciencia y con respeto a las leyes”

Cabe destacar que el Intendente (s) Alejandro Acuña al momento de presentar la querella en el segundo juzgado de garantía de Valdivia, el miércoles 3 de agosto indicó a la prensa:

“Los hechos descritos configuran delito, y el poseer o tener bombas o artefactos incendiarios está penado por la ley; el Gobierno y la policía cuenta con los antecedentes los que determinan acciones tendientes a afectar la seguridad pública, y que poner en riesgo la integridad de las personas, y eso no lo podemos aceptar. Cuando los hechos revistan carácter de delito, y en su conjunto amenazan la seguridad pública, y generan la posibilidad de tener víctima afectadas como Gobierno accionaremos penalmente en interponer una querella criminal de acuerdo a los antecedentes que se manejan”

Cabe destacar que en el momento  de la detención no existió ningún herido ni siquiera una obstaculización de la vía publica, ya que los estudiantes fueron detenidos por efectivos policiales antes de realizar cualquier acción.

Cristián del Castillo en un comunicado público explicó el contexto y las circunstancias de su detención:

La injusticia social que se profundiza en el país, que se agrava en Valdivia por mi causa y la de mi compañera Valentina Vargas Cárdenas, hace potente la persecución política y judicial hacia el movimiento estudiantil, en torno a esto declaro:

1. Detención ilegal, ya que primero fui revisado y esposado antes de poder presentar mi identificación.

2. Se me está cargando con una botella de bencina que no cargaba, yo cargaba 4 frascos de tipo nescafé con pinturas de colores más uno vacío, 1 honda, pancartas alusivas a la educación, un par de guantes y pilas. En este sentido, exijo periciar la botella en busca de mis huellas dactilares, ya que esta es la única forma de probar mi inocencia al respecto.

3. La policía juntó todas las cosas y después simplemente se repartieron de manera arbitraria entre los presentes, yo como único mayor de edad hombre, fui cargado ex profeso para que el operativo resultara exitoso.

4. La jueza en todo momento estuvo predispuesta a encarcelarnos apelando más al escarmiento del movimiento estudiantil para asustar a nuestros compañeros.

5. Nunca fui yo ni mi compañera los promotores de la actividad en la que pretendíamos participar, sólo vamos como estudiantes universitarios solidarios al movimiento secundario.”

Durante la tarde el padre de Cristian  y su tío, así como 2 alumnos compañeros de los estudiantes pudieron visitarlos en la cárcel y saber el estado de los jóvenes. El padre de Cristián salió tranquilo y sereno, parece que la fortaleza de su hijo lo llenó de paz. Una compañera de Valentina, salió diciendo alegre que no se iba lavar la mejilla donde la había besado su amiga. Paz y solidaridad, la síntesis de la caminata por la libertad de Cristián y Valentina.

Hoy lunes se resuelve un recurso de amparo para los estudiantes. Y aparte de resolver la libertad o prisión de los estudiantes, los tribunales  deberán garantizar la aplicación de la ley en función de hechos o acciones realizadas y no en base a presunciones. Los tribunales no pueden convertirse en el espacio para dar escarmiento o realizar la voluntad política del gobierno de turno en contra de movimientos sociales que desarrollan acciones para que se reconozcan sus derechos fundamentales: los tribunales no están para dar señales políticas, están para aplicar justicia. Nada más y nada menos.